domingo, 8 de noviembre de 2009

Collateral

Collateral
(2004, Michael Mann)





Michael Mann realiza el primer blockbuster filmado en video digital de alta deficinión (HD), con el afán de retratar la noche con mayor veracidad, porque, a diferencia de las "clásicas" cámaras que filman en celuloide (que se utilizaron para algunas secuencias iluminadas en interiores), las cámaras digitales de HD necesitan menos cantidad de luz para filmar, debido a sus sensores alta sensibilidad filman con mayor detalle en escenarios oscuros. Esto hace que la noche tenga más cromatismo, y se den nuevas texturas en la imagen, así ahora la imagen se llena de "grano digital" en vez del grano generado por la reacción química del proceso de revelado fílmico.
Esta particular fotografía convierte a la ciudad en un personaje más, dándole vida a la noche.


Pero además de este tratamiento en la fotografía de la película, lo más importante es la filosofía y psicología que se pone en práctica dentro de las cuatro puertas del taxi conducido por Max (interpretado por Jammie Foxx, nominado al Oscar como mejor actor de reparto), es en este espacio donde se confrontan las maneras de pensar tanto del conductor como de su pasajero, Vincent (interpretado por el Tom Cruise en su fase de actor y no de estrella), lo cual demuestra la complejidad del director Michael Mann, quien no sólo realiza películas de acción y balas, sino que dota a sus películas de una capa más profunda, que hace posible darle siempre una nueva lectura a sus obras.


Esta película tiene como temas centrales la coincidencia cósmica y el existencialismo. El primer tema se resume de la siguiente manera: si solamente una cosa hubiese ocurrido de otra manera, toda la experiencia de Max, Vincent y Annie sería diferente.

El segundo tema es un poco más complejo, porque se refleja poco a poco con la personalidad de cada personaje y su psicología.

Max es una persona que no toma riesgos, ha aprendido las lecciones de manera dura tiene un gran respeto por la vida, pero esta personalidad va cambiando en cuanto más se relaciona con Vincent, este personaje tan simple a primera vista es el que "evoluciona" en la película. Se adapta a su ambiente, en este caso, a Vincent. De una posición pasiva, pasa a una defensiva y finalmente a una ofensiva.


Es además de esa relación que existe entre los antagonistas, relación que está plagada en todas las películas de Michael Mann, la que enriquece el film con ese factor humano que muchos blockbusters de acción pierden y quieren rellenar con balas, explosiones y persecusiones.

No es extraño ver en las películas del director a un antagonista tan importante como el protagonista, lo vimos en Heat, The Last of the Mohicans, en este caso Vincent es de una personalidad tan compleja, que podemos entender solamente la punta del iceberg.
Este personaje tiene una cierta visión de un mundo individualista y nada solidario, en el que el dolor no se puede compartir y todos están tan preocupados por sus cosas que es imposible mirar al lado y ayudar al vecino. Somos insignificantes en este universo material, lleno de moléculas y granos de arena, en donde los sentimientos no tienen nada que hacer al lado de los sentimientos. Donde decir lo siento para acompañar el dolor, es una mentira formal y social.
No por nada la película se ambienta en Los Ángeles, esa ciudad tan desconectada socialmente, donde una persona muere sentada en el metro y recorre la ciudad cinco días sin que nadie se de cuenta que está muerta;, la quinta economía del mundo y no se conocen los unos a los otros. Ciudad donde confluyen personas de México, de Korea y tantos otros países que finalmente hacen más distante la relación de personas en esa ciudad.



La mejor secuencia de la película es aquella en la que un lobo pasa delante de Max y Vincent, representando un poco el carácter de Vincent, un lobo solitario en medio de la cacería.


Cabe resaltar el trabajo que realiza Michael Mann con el de sonido de sus películas, dándole ese sonido tan crudo a los disparos, pero especialmente por escuchar los pasos del lobo.

Para terminar este análisis, es imposible dejar de hablar del soundtrack, con canciones tan exactas para los sentimientos de los protagonistas. El rock mexicano de The Green Car Motel con "Destino de Abril" en el cambio de actitud de Max, "Spanish Key" , jazz de Miles Davis en la "improvisación" de Vincent y finalmente el "Requiem" de Antonio Pinto en el gran final, "The Shadow on the Sun" de Audioslave que tanto dice de la personalidad de Vincent en la ya mencionada escena de lobo.
Como mención honrosa está la versión coreana de "Ready, steady, Go" de Paul Oakenfold en la discoteca Fever.

Gran película de Michael Mann, que demuestra una vez más ser un director de dramas psicológicos, filosóficos y existencialista; que de películas de acción y balas.

Lo Mejor: La actuación de Foxx. Vincent. La fotografía.
Lo Malo: Que sea más recordada por su fotografía.

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