domingo, 8 de noviembre de 2009

Last Days

Gus Van Sant's Last Days
(2004, Gus Van Sant)



Gus Van Sant es un director independiente que ha reinventado su carrera, realizando películas comerciales y otras totalmente artísticas, ha podido sobrevivir como exponente del cine de calidad en EE.UU. pero es en su lado independiente donde se permite ser arriesgado, experimental.


Por experimental me refiero a continuidad fracturada, tiempo inexistente, tomas largas, cámaras fijas, surrealismo, filmación tipo documental, etc.
En Last Days vemos esa toma que acompaña al protagonista desde la espalda, toma que está presente en todas las películas de la tetralogía sobre la muerte de Van Sant (Gerry, Elephant, Last Days, Paranoid Park), toma en la que apreciamos sus momentos de inspiración, entre los bosques, murmurando palabras, frases y oraciones (como en sus canciones), pero también su odio a sí mismo, su desapego de la realidad, su gran talento musical, su soledad en una casa llena.



Last Days de Gus Van Sant es la mejor película que he visto sobre la vida de un músico. Lejos de aquellas películas en las que se muestra un poco de logro, un poco de derrota, algo de drama y mucha pero mucha música, Last Days deja de lado a Nirvana, para enfocarse en Cobain.
En esta película no escucharemos ninguna canción de Nirvana, sino se muestra al verdadero Cobain que odia su fama, que se detesta a sí mismo por ser un cliché del rock (drogadictos ricos); pareciese que Van Sant hizo la película para Cobain y no para sus fans como se cree en un principio.


Me gusta Nirvana, y quizás hubiese sido demasiado fácil y complaciente hacer una película tipo video musical, con influencias a Smells Like Teen Spirit por ahí y un poco de Heart Shaped Box por allá, con Come as you Are e In Bloom en la banda sonora.
Incluso al ser Cobain el abanderado de la generación X, hubiera sido fácil ponerle muchas manías anárquicas para hacerlo el ideal de la cultura grunge, pero no es así; es algo difícil ver Last Days, su estructura temporal fracturada parece sacada de alguna estrofa de las que vemos murmurar a "Blake" (nombre que tiene el personaje que representa a Cobain), esta estructura también se hace presente en las disonancias que vamos escuchando en el film, que se van acomodando en la cabeza de Cobain, que van dándole forma a su música y a la película.

Las mejores escenas de la película:

La primera escena tiene la camara viendo a Cobain por la ventana, tocando de la guitarra, la bateria, el bajo; cantando, armando todo en su cabeza, y nosotros de testigos, del genio de un gran autor que se va difuminando, perdiéndose en una casa tan grande, perdiéndose en el bosque. Alejándose de las personas, acercándose a la música. Dando su música, aquello que verdaderamente disfruta, a los árboles. Para calmar su angustia, soledad, dolor.


La segunda escena es la de la muerte de Cobain, vemos el alma salir del cuerpo y escalar la puerta de madera. Arte y genialidad en su máxima expresión.



Mención especial merece la escena en la que los 3 jóvenes que escapan de la muerte de Cobain, llenos de angustia y preocupación, en la que la muerte del ídolo los deja sin esperanzas, sin norte. Pero también los deja con un legado musical, para calmar esa angustia; así el carro se aleja del cuerpo inerte de Cobain, pero la guitarra sigue sonando.



Excelente Michael Pitt, uno de los mejores actores independientes que ya tiene en su haber películas con Van Sant, Haneke y Bertolucci. El parecido de Pitt es tal con Cobain que se creyó que el poster de la película era una foto de Cobain. Pitt se metió tanto en el papel de Kurt que compuso la canción que improvisa en la película, canción llamada "Fetus" quizás en alusión al In Utero.


Finalmente como en todas las películas de la tetralogía de la muerte, la imagen tiene tanta importancia como el sonido, con disonancias, bandas sonoras "antológicas", y sonidos que nos llevan dentro de la mente y los sentimientos de los protagonistas.
Todas las películas de esta colección de visiones sobre la muerte tienen la estructura del tiempo deconstruida, debido a que en presencia de la muerte, el tiempo se ralentiza, repite, se hace interminable, insoportable.

Gus Van Sant es gay, lo cual no es un aspecto negativo en su filmografía, por el contrario le dota de una sensibilidad para tratar instancias dolorosas en la vida de los jóvenes y adolescentes, que son los protagonistas de la filmografía de Van Sant, al terminar de ver Last Days, la angustia de Cobain por odiar lo que todos tanto amaban, se refleja en un homenaje justo a su persona, una película alejada de todo lo que él odiaba. Con justa razón el final dice:
In Memoriam Kurt Cobain.



Lo mejor: Michael Pitt, la fotografía y el tiempo.
Lo malo: Puede cansar y aburrir a ojos no entrenados cinematográficamente.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanto "Lo malo", sin duda una película en memoria a Kurt Cobain.

Anónimo dijo...

Me encanto "Lo malo", sin duda una película en memoria a Kurt Cobain.