Reservoir Dogs

RESERVOIR DOGS
(Quentin Tarantino, 1992)


Era la historia de un cinéfilo que quería hacer una película, empezó con guiones ambiciosos, como Natural Born Killers o True Romance, guiones que necesitaban gran cantidad de recursos para que se viesen plasmados en celuloide; y que sólo nombres ya conocidos en la industria, dígase Oliver Stone o Tony Scott, tendrían suficiente aval para hacer realidad.

Entonces el joven cinéfilo pensó en hacer un guión lo suficientemente minimalista, para que así los recursos que necesitase el proyecto sean una sola locación, un puñado de actores, sangre por galones y buena música.

Terminado el guión, que consistía en hojas, páginas y papeles de todo tipo, tamaño y colores que estaban escritos con una caligrafía espantosa; el cinéfilo comenzó a presentar su guión por todos los lugares de los Ángeles que pudo, sin ningún resultado. Hasta que el guión llegó a manos de un joven llamado Lawrence Bender, que hizo de la película minimalista algo más grande, el debut del cinéfilo director a lo grande. El guión es tan interesante, que una vez llegado a manos de Havery Keitel, uno de los mejores actores norteamericanos, se interesó en el papel de Mr. White, llegando a actuar en la película.

Ese joven cinéfilo es Quentin Tarantino y la película es Reservoir Dogs.

Al ser esta su ópera prima, muchos pensarían que está llena de irregularidades o que el director aún no hubiera desarrollado un estilo característico, lo cual es nada cierto, en Reservoir Dogs, vemos una película que jugaba con elementos que definirían las películas de Tarantino: línea temporal fragmentada, música de los 70's, mucha sangre, violencia, personajes con personalidad fuerte , cultura pop, referencias cinéfilas, y algunos de los diálogos más repetidos y conocidos del cine.

Reservoir Dogs cuenta la historia de un atraco a una joyería por un grupo de delincuentes que no sen conocen entre ellos y usan alias. Algo va mal en el atraco, dando inicio a la película.

Empezaremos conociendo a los personajes:

Mr. Blonde
El psicópata que hereda el nombre de las películas de Sergio Leone, es el personaje que se roba la atención debido a la (in)famosa escena de la tortura al policía.

Mr. White
El ladrón con las convicciones más arraigadas, es también el capaz de sentir compasión por un compañero caído.

Mr. Pink
Este personaje se lleva mi atención en los nuevos visionados que le doy a la película, debido a sus pensamientos tan cerrados. No da propina a las meseras porque en su antiguo trabajo no le daban propinas.

Mr. Brown
El perro que abre la película con un interesante razonamiento de "Like a virgin" de Madonna.


Mr. Blue
Retrataré el Mr. Blue con la conversación sobre las propinas
( ... Mr. Blue: Esta chica fue buena
Mr. Pink: Estuvo normal. Nada especial.
Mr. ¿Qué es especial? ¿Que te lleve atrás y te chupe la pija? ... )


Joe Cabbot
El mafioso clásico que roba a joyerías y bancos asegurados, impone respeto cada vez que aparece en pantalla.


y
Mr. Orange
El "jodido desastre sangriento" (fucking bloody mess) es probablemente el protagonista de la película.


La banda sonora de esta película, y de cada película de Tarantino está relacionada estrechamente con lo que ocurre en las escenas, en este caso "Stuck in the middle with you" de los Stealer's Wheel es lo más emblemático de la película, con esos pasos de baile tan torpes de parte de Mr. Blonde.

También es icónica la escena de créditos, que suena con "Little green bag" de George Baker.


Quentin Tarantino rinde homenaje a las películas hongkonesas de John Woo, Chow Yun Fat; a esa despreocupación por las reglas de Jean Luc Godard, Jean Pierre Melville; la violencia de Peckinpah, y algo de la cinematografía de Leone.

Para terminar la historia, esta película fue ganadora del festival de películas independientes Sundance, Reservoir Dogs salió en video y alguien que la vio, la recomendó a un amigo y así sucesivamente hasta que el 94 salió Pulp Fiction y Tarantino se volvió el gran director estrella que es hoy.

El visionado de esta película es recomendado y necesario.

Lo mejor: La cinefilia que se despregna de cada fotograma.
Lo peor: Nada.