ONLY GOD FORGIVES
(Nicolas Winding Refn, 2013)
Errar es humano. Perdonar es divino.
Errar es humano. Perdonar es divino.
Debo decir que esta película me agarró frio. No sabía que hacer o pensar al
terminar de verla. Pero sólo hay dos opciones posibles, amarla u odiarla. Han
pasado los días y con cada día que pasa le encuentro más cualidades de las que
me fue posible la primera vez. El día de hoy, considero a Only God Forgives
como una de las mejores películas del Nicolas Winding Refn.
Esta película levantó mucha expectativa en su estreno en el festival de
Cannes, pero la propuesta del director no gustó a la mayoría de los críticos,
muchos la esperaban como Drive 2.
El director aprendió con su anterior filme, Drive, la “fórmula” para hacer
una película que guste tanto a crítica y público, para Only God Forgives
descartó el uso de todo ingrediente que la pueda hacer fácil, y por lo
contrario, empuja al espectador hacia un viaje simbólico digno de Alejandro
Jodorowski (al cual NWR ha dedicado esta película).
Only God Forgives se asemeja más a los trabajos del director antes de
Drive, sin el uso de muchos diálogos y desarrollando la película visualmente
(con una bella fotografía) como en Valhalla Rising. Y en ambos casos, las
películas siguen a una figura, a un dios. En Valhalla Rising, el personaje
principal era One Eye, un tuerto que era la personificación de Odínn o Wotan,
dios nórdico.


En Only God Forgives, seguimos a otra deidad, un ángel vengador llamado
Chang, pero en este caso no es el personaje principal, Julian es el personaje
principal, encarnado por Ryan Gosling. La película narra cómo Julian teme la
llegada del ángel vengador, hasta que se cruza en su camino y decide
enfrentarlo.
El personaje de Chang recae sobre el actor Vithaya Pansringarm. Winding
Refn sigue a este personaje de manera casi etérea, con travellings largos y en
muchos casos lentos. Hay muchos planos y detalles que acentúan la
posición divina del personaje de Chang. El policía vengador sabe todo el tiempo
lo que ocurre, juzgando moralmente a todos los personajes con los que se cruza
en su afán de justicia. La secuencia de presentación de este personaje es
genial, saliendo de entre las sombras, Chang llega a la escena del crimen en el
cual Billy (hermano de Julian) ha matado a una prostituta de 14 años; Billy de
rodillas acepta su destino y Chang busca con la mirada al otro culpable: el
papá de la prostituta. Chang imparte la justicia al permitir que el padre mate
a Billy a golpes, pero también corta el brazo del padre por permitir e instigar
la prostitución de su hija.
Las películas de Winding Refn pueden ser consideradas casi como Fábulas, el
mismo director lo menciona así. Como en los cuentos de los hermanos Grimm, los
personajes viven en un mundo oscuro y ocurren cosas que borran las líneas entre
el bien y el mal, pero al final del cuento siempre encontramos la posición de
todo.
En Drive teníamos un guión que parecía sacado de un cuento, en Only God
Forgives el “guión” eran notas escritas en post-it que el director iba pegando
en su pared con la descripción de cada escena. Con esto, el director hizo uso
de sus cualidades estilísticas para narrar la historia con el menor uso de
palabras posibles, dejando todo el peso narrativo a la imagen, y así logra una
de las películas más bellas que haya visto.


La fotografía del británico Larry Smith le saca el lustre al mínimo presupuesto
con el que contó, su gran logro llega al momento de iluminar con gelatinas para
conferir esas atmósferas de colores rojizos, azules y amarillos saturados y
contrastados, impregnando de un aire surreal y por momentos de pesadilla. La
película se filmó en Bangkok, y según el director, todos los escenarios de la
película son reales, teniendo el mínimo de modificación. Escenarios como el
karaoke donde canta Chang o el dojo de Muai Thay de Julian son bellos.
Winding Refn tiene fijación o fetiche por filmar los puños de sus
protagonistas con un plano cenital (visto en Pusher, Valhalla Rising, Bronson,
Drive y aquí). Es en esta película que los puños cobran significados particulares:
en las primeras escenas, Mai amarra los brazos de Julian a una silla mientras
ella se toca eróticamente. El significado que he podido darle a esta escena es
que Julian se siente culpable de haber matado con sus puños, por lo cual, no
puede tocar a Mai con el mismo instrumento destructivo (algo así como en Japón,
que no comen con tenedor y cuchillo por considerarlos instrumentos de guerra o
algo similar). Luego de este encuentro, Julian presiente la llegada de Chang
como dios castigador, al alucinarlo cortándole el brazo. Los puños cobran un
significado viril en club nocturno, Julian se acerca a Mai y con el puño
cerrado se aproxima a la entrepierna de Mai para tocarla eróticamente, a lo que
Mai accede. Julian vive toda su vida con el peso del crimen de haber matado con
sus puños, al final, sólo dios perdona, Julian consigue la absolución de Chang,
ya puede ser feliz.
La música a cargo de Cliff Martínez tiene una evolución de lo que hizo en Drive, la música esconde muchos de los sentimientos y motivos de los personajes. Hay una particularidad en la película, en Bangkok los karaokes son lugares muy respetados. Cada vez que Chang castiga, se contrapesa con una escena de Chang cantando en el karaoke con un aire de ceremonia religiosa.
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